El pasado jueves 3 de marzo visitaron nuestro centro cinco internos del Centro Penitenciario de Monterroso, para ofrecerle al alumnado de 4º de ESO una charla sobre adicciones y delincuencia. Los internos, que pertenecen al módulo de la UTE, destinado a personas que hayan delinquido por ser víctimas de una adicción y que estén dispuestas a seguir un programa de desintoxicación, nos ofrecieron generosamente sus testimonios, haciendo hincapié en la facilidad con que cualquiera puede caer en una adicción, sin darse cuenta de ello hasta que ya es demasiado tarde. Insistieron también en la necesidad de dialogar con los padres y seguir sus consejos, así como de centrarse en los estudios como formas de frenar la posible caída en una adicción.
Todos expresaron su pesar por haber perdido años de su vida por culpa de sus adicciones, que les llevaron a delinquir y, como consecuencia de ello, a entrar en prisión.
Desde este blog de la biblioteca queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a estos cinco ponentes que tuvieron la valentía de compartir con nosotros unas vivencias tan duras con la única finalidad de concienciar al alumnado de que no cometiesen sus mismos errores y rechazasen por completo el consumo de cualquier tipo de sustancia adictiva.
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ResponderEliminarCOMENTARIOS DEL ALUMNADO SOBRE LA CHARLA DE LA UTE DEL CENTRO PENITENCIARIO DE MONTERROSO
ResponderEliminarNuestros alumnos y alumnas se quedaron muy impactados al escuchar las declaraciones de los ponentes. En general, en los comentarios que redactaron posteriormente en clase, las ideas que más se repiten son las relacionadas con la valentía que demostraron nuestros invitados al compartir las experiencias tan duras que habían vivido con un auditorio formado por desconocidos; la convicción que transmitieron del enorme peligro que suponen las adicciones y la facilidad con que se puede caer en ellas, sobre todo si pecamos de exceso de confianza en nosotros mismos; la importancia del apoyo de la familia y de los verdaderos amigos para evitar vernos atrapados en ese tipo de problemas; la empatía hacia el sufrimiento que para todos ellos conllevó su adicción, en especial en lo relativo a haberse perdido todas esas pequeñas cosas cotidianas que compartimos con los seres queridos; y la admiración y satisfacción de escucharles decir que todos tienen proyectos para rehacer su vida cuando salgan de prisión.